lunes, 31 de enero de 2011

Cuento: Pedro y el Zombie

Cuando era niño vio una película de zombies que lo traumó, y, como no pudo quedarse solito con su trauma, lo comenzó a compartir.

Primero, inocentemente con su mamá. Se hacía pasar por muerto viviente y mientras le agarraba la cabeza  decía con la voz más lúgubre que podía: "Brains".

Aparte de fastidioso, algunas veces llegó a morder de deveras.

Ya grandecito gustaba de aterrorizar a su esposa, que curiosamente no soportaba a los zombies ni platicaditos. Por eso el juego paraba cuando él la hacía llorar o ella estaba a punto de darle un sartenazo (misógino sí, pero no pendejo).

Así fue que, cuando al llegar el Holocausto Zombie a tierras aztecas, el marido se infectó y al llegar a su casa su esposa ya no le creía. Él quería comerse sus sesos y ella quería que la dejara lavar en paz los trastes. Y por eso ella finalmente le puso la sarten de sombrero al ver que no se detenía en su juego, que tanto la fastidiaba...

lunes, 3 de enero de 2011

Día 3 - Ser Naco es Chido

Qué bonito es llegar a tu casa y ver a tus hijos, me cae.

Y qué bonito es que tus hijos te digan: Papá.

Pero más bonito es que te digan: Papá, te tengo una sorpresa!

Me encantan las sorpresas, por eso cuando mis hijitos santos me entregaron el paquete de mensajería que contenía mi DVD y CD de la película de "¡NACO ES CHIDO! La verdadera historia de Botellita de Jerez (Basada en hechos más o menos reales)", pude, por fin, disfrutar de toda la magía de la Navidad.

Sépanse que éste era mi regalo Navidad pero que por problemas de logística llegó hasta hoy.

Bueno, creo que no hay más que decir por hoy que: ME VOY A VER MI PELÍCULA.

Saludos.


domingo, 2 de enero de 2011

Día 2 - Arpía

Un día caminaba por Paseo de Tullerías, la calle que sigue de la calle donde nací y crecí, y un señor/chavo, mientras lavaba su coche, escuchaba el disco de Arpía de Cecilia Toussaint.

Apenas ayer les platicaba algo al respecto, pero no comprenderán la importancia que tuvo este echo para mí hasta que les comente que no conocía a NADIE que escuchara o supiera quién era Cecilia Toussaint, y mucho menos el primer disco: Arpía.

Ese disco lo escuché tantas veces hasta que se integró y se hizo hueco en la fórmula de mi ADN, crecí con él y es uno de los mejores discos del Rock Mexicano EN MI MUY HUMILDE OPINIÓN.

Justo hoy, cuando fui a dominguear con la familia, al entrar a MixUp por mi regalo de navidad (apenas iba a cambiar el certificado de compra que me regaló la Negrita, mi cuñada), que me encuentro en la mera entrada, como iluminado por un único reflector que hacía que toda la tienda se oscureciera y se difuminara, y que todo el ruido, música, voces, etc., se atenuaran, el disco de ARPÍA, EN VIVO (25 años después). Captan? ¡JUSTO AYER HABLÁBAMOS DE ESE DISCO Y HOY... PUM! Ahí estaba...

Creo que en general, mi vida está marcada por las coincidencias, espero que esta sea la primera de muchas de las que sean partícipes. Mientras, comienzo a escuchar el disco y a disfrutar de algo que he disfrutado por muchos, muchos años: MI ROCK!

sábado, 1 de enero de 2011

1° de Enero del 2011 - AÑO NUEVO!!!

Recomendación: leer escuchando "Vivir al este del eden" de La Unión.

Hoy comienzo el año con un nuevo integrante en la familia. Goyo, un cachorro weimaraner de 1 año de edad que sus anteriores dueños ya no pudieron cuidar.

Llegan desde Puebla, hoy, a las 11 de la mañana (prácticamente de madrugada), para dejar a Goyo. Se tardan en entregármelo pues le toma algo de tiempo dejarse acariciar por mí, despues tardan otro poco en despedirse, darle algunas recomendaciones y la bendición. Para emprender la graciosa huida sin que se de cuenta del inminente abandono, me piden que lo lleve a caminar (me siento como una especie de rejuvenecido Sr. Vitalis) y ahí es donde comienza la aventura.

Camino por la calle donde crecí y no recuerdo cuándo fue la última vez que lo hice. Paso por las casas de mis amigos de la infancia: Fernando, Héctor, el que su mamá se ponía regañona, el que tenía 2 hermanas güeritas y en la prepa anduvo con la Piojo, el otro Fernando (el que tocaba batería), los Osos.

Y también, aparte de los amigos, recuerdo a la gente que vivió en algunas de las casas y junto con ello, antiguos episodios de mi vida: la casa del sr. que mientras lavaba su coche estaba escuchando el disco de Arpía de Cecilia Toussaint (excelente gusto musical), la casa de no-sé-quien a la que una vez fui a una fiesta vestido de Freddy Krueger y no era Halloween, la casa de la maestra de inglés que nos quitaba los juguetes en el salón y se los daba a su hijo (el puto Johny).

Hice un recorrido mental mientras paseaba a Goyo, y me di cuenta de que comenzaba el año con algo nuevo y algo viejo. Esta mezcla de pasado y presente sólo me hace sentir esperanza en el futuro y mucha, mucha curiosidad en LO QUE VENDRÁ.